Los trabajos realizados en el Hospital de Melilla comprendieron el análisis estructural, la redacción del proyecto de estructuras y la asistencia técnica a la dirección de obra.
Se trata de una estructura existente de hormigón armado con forjados reticulares y luces de hasta 8 metros, de unos 60.000 m2 de superficie construida.
Para asegurar su viabilidad y resistencia en las condiciones especiales de uso y en zona sísmica, teniendo en cuenta el estado inicial de la estructura ya ejecutada, fue necesario realizar diversos tipos de actuaciones, como refuerzos mediante fibra de carbono, apertura y mejora de juntas estructurales, ejecución de cruces de San Andrés como diafragmas para la resistencia a sismo o modificación de pilares.